Una pareja que está en el juzgado divorciándose discute sobre de la custodia de la hija.
La mujer se levanta y le dice al juez:
-¡Yo traje a esta niña al mundo con mucho dolor y sufrimiento, la custodia me debe corresponder a mí!
El juez se dirige al marido y le dice:
-¿Qué tiene que decir en su defensa?
El hombre se sienta por un rato contemplando el ambiente y luego dice lentamente:
Sr. Juez, si usted mete una moneda en una máquina de bebidas y sale una gaseosa, ... ¿de quién es la gaseosa, de la máquina o suya?
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